¿Es igual de importante la cámara alta que la cámara baja?
En general, no. En los sistemas
bicamerales, la regla suele ser la asimetría, con una supremacía de la cámara
baja. Es lo que ocurre en Reino Unido o en España, donde el veto de la cámara alta
puede subsanarse en una nueva votación en la cámara baja. En Francia se forma
previamente una comisión mixta, pero el gobierno tiene la última palabra para
pedir a la Asamblea Nacional que adopte la decisión final. En India, sí que se adopta
la decisión en la comisión mixta, compuesta por todos los miembros de ambas
cámaras: sin embargo, al tener el doble de diputados la cámara baja que la alta,
su criterio suele predominar.
A pesar de todo, los parlamentos simétricos existen. En Suiza y Estados Unidos, la legislación debe ser aprobada en la mayoría de supuestos por ambas cámaras. Lo mismo ocurre en Italia, donde el Senado (elegido en circunscripción nacional) y la Cámara de diputados (elegida en circunscripciones regionales acordes a la población) se encuentran en perfecto pie de igualdad; sin embargo, con la última reforma electoral, el partido vencedor en las elecciones se asegura automáticamente la mayoría absoluta en la Cámara, por lo que el Senado se convierte en la institución más conflictiva.
Silvio Berlusconi anuncia sorpresivamente ante el Senado italiano que su partido en bloque dará su confianza al gobierno de Enrico Letta (02/10/2013). Vídeo: Rai / Youtube
Por último, destaca el bicameralismo
de Alemania que, aunque asimétrico, concede mucho poder a su cámara de
representación territorial, el Bundesrat. Compuesto por delegados de los
gobiernos de los länder, debe dar su consentimiento sólo allí donde lo
especifica la Ley Fundamental: en general, para la aprobación de aquellas normas
vinculadas con las competencias de los
estados, así como para las reformas constitucionales. Aunque la reforma de 2006
redujo el número supuestos en los que se necesita el consentimiento del
Bundesrat, estas normas representan alrededor de la mitad de la legislación
aprobada.
¿Dónde ha logrado implantarse el modelo unicameral?
Los parlamentos unicamerales suelen
implantarse en países pequeños y homogéneos, donde difícilmente una segunda
cámara podría contar con una composición diferente en clave de
representación territorial. Analicemos el caso del continente europeo, con países de
todos los tamaños:
- Sólo 12 de los 28 países de la UE tienen un parlamento puramente bicameral y entre ellos se encuentran sus nueve países más poblados (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, España, Polonia, Rumania, Países Bajos y Bélgica), todos con más 11 millones de habitantes. Fuera de la Unión, también Rusia cuenta con dos cámaras.
- Portugal y Grecia (ambos con 10,7 millones) son los países más grandes con una sola cámara legislativa dentro de la UE. Fuera de la Unión, es Ucrania el país europeo unicameral más poblado (44,5 millones). Ante el mapa continental, observamos que los parlamentos unicamerales predominan en los Balcanes, Escandinavia, el Báltico y, en menor medida, Europa centro-oriental.
- Los parlamentos unicamerales también constituyen la estructura legislativa más representativa de las entidades regionales: así en todos los länder alemanes, las regiones italianas y las comunidades autónomas españolas.
El parlamento portugués, unicameral, en el Palacio de São Bento (Lisboa). Foto: Alvesgaspar / Wikimedia Commons |
Sin embargo, hay excepciones
claras a esta regla general del tamaño:
- Bangladesh es la democracia más grande del mundo con un parlamento unicameral (163,6 millones de habitantes), seguida de Turquía (80,7 millones). Algunos países sudamericanos (Venezuela, Perú, Ecuador), así como muchos países islámicos y africanos, comparten esta estructura, aun a pesar, en ciertos casos, de su gran tamaño.
- Países pequeños como Belice (334 mil habitantes), Islas Fiji (896 mil), Irlanda (4,7 millones) o Kirguizistán (5,5 millones) han optado por un sistema bicameral. También ocurre lo mismo con todos los estados de los Estados Unidos, a excepción de Nebraska.
En definitiva, el tamaño
importa. Sin embargo, no es un factor decisivo para que un estado opte por un
parlamento bicameral o unicameral. Cada país tiene sus propias características demográficas
e históricas que justifican la necesidad y utilidad de una segunda cámara.
En la próxima entrada,
estudiaremos el caso específico del Senado español y abriremos al debate sobre
la pertinencia o no de su reforma o supresión.
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